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viernes, 28 de enero de 2011

Víctimas de su propio ego

Marta Domínguez, icono del atletismo español, ha acaparado todas las portadas de la prensa deportiva española en diciembre, tras ser detenida por la Guardia Civil en el marco de la Operación Galgo. Su entrenador, Manuel Pascua, y el médico Eufemiano Fuentes han sido puestos a disposición judicial gracias al trabajo de la Unidad Central Operativa (UCO), especializada en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.
Fuentes, licenciado en Medicina por la Universidad de Navarra, fue un notable vallista en la década de 1980. De sus años como atleta conservó la amistad con su entrenador Manuel Pascua. Al retirarse, ambos empezaron a realizar experimentos encaminados a mejorar el rendimiento del deportista, sin contar con el propio deportista. No importaba la salud del atleta. Un ejemplo clarificador es el de Jesús Manzano, ciclista del equipo Kelme Costa Blanca hasta 2003. Según afirmó en el diario AS y el programa El Larguero, de la Cadena Ser, las prácticas médicas a las que Eufemiano Fuentes le había sometido acabaron con la masa muscular de sus rodillas. “No he hecho estas declaraciones para hundir al ciclismo ni para vengarme de nadie, sino para limpiarlo. Me ha merecido la pena", añadía.
La Operación Puerto, realizada a consecuencia de estas afirmaciones y del positivo por EPO de Roberto Heras en la Vuelta a España en 2005, fue efectuada por la UCO. En los registros domiciliarios se hallaron bolsas congeladas de sangre con iniciales o nombres clave, además de hormonas y sustancias dopantes. Pese a la gran repercusión que tuvo el caso, no hubo prisión para los implicados.
La Ley Antidopaje aprobada en 2006, exigencia del Comité Olímpico Internacional (COI) y de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), suponía una modificación del Código Penal en virtud de la cual el dopaje sí constituía una sanción penal. Dado el carácter no retroactivo de la ley, los implicados en la Operación Puerto no podían ser juzgados en base al nuevo reglamento, puesto que su detención fue previa a la entrada en vigor del mismo. La única infracción imputable era un delito contra la salud pública, que, según el juez instructor, no existía, por lo que la investigación referente al resto de la documentación encontrada está aún en stand by. El caso fue reabierto en 2009 a instancias de la Audiencia Provincial de Madrid, que alegaba el hecho de que sí hubo delitos contra la salud de los deportistas.
En el año 2009 se produjo la segunda de las operaciones a gran escala en la lucha contra el dopaje. La Operación Grial inculpaba al medallista olímpico Paquillo Fernández, así como al médico peruano Walter Virú, ayudante de Fuentes en su etapa con el Kelme. Gracias a la presunta colaboración del marchista español, cuya sanción deportiva ha sido reducida por la Real Federación Española de Atletismo, aparecieron nuevas pistas. Ahora es Marta Domínguez, implicada en la última de las pesquisas llevadas a cabo por la Guardia Civil, denominada Operación Galgo, la que debe responder de sus actos ante el juez. El atleta Alberto García, que ya fue inhabilitado en 2003 por consumo de Eritropoyetina (EPO), también pasaba a disposición judicial mientras que Alberto León, otro de los imputados, aparecía ahorcado a principios de enero.
El doping supone una lacra dentro del deporte. En los últimos años han sido destapados casos referentes a atletas y ciclistas. Alberto Contador, triple ganador del Tour de Francia, se encuentra en una situación crítica tras ser acusado de tomar una ínfima pero suficiente cantidad de clembuterol. Podría ser sancionado y despojado del último maillot amarillo. En febrero se resolverá su caso. Eufemiano Fuentes advertía en El Larguero que se había hecho “una filtración selectiva de los nombres de los deportistas a los que traté. En la lista también se encuentran tenistas, atletas y futbolistas". Sus palabras sugerían que podría haber más implicados y de mayor relevancia social.
José María Odriozola, impertérrito, continúa como presidente de la RFEA desde 1989. Culpa a la prensa de magnificar todo y se autodenomina “víctima” de lo sucedido. Quizás las víctimas sean los niños, que observan cómo sus estrellas van desapareciendo del panorama deportivo porque se dopan. O quizás las propias estrellas, en cuya mente sólo parece haber una idea: conseguir el éxito a costa de cualquiera, incluso de ellos mismos.

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